Los seis primeros años de vida son cruciales para el desarrollo de una persona, ya que se establecen sus cimientos a nivel físico, socioemocional, cognitivo y espiritual. En Terra contamos con un entorno estimulante que motiva la exploración y la espontaneidad de cada niño y de cada niña, posibilitando que sean fieles a sus intereses, ritmos y, en definitiva, a su naturaleza única y singular. Y todo ello mediante un acompañamiento muy respetuoso y amoroso.
A partir de septiembre de 2024
Asistimos y propiciamos infinidad de situaciones en las que los niños y las niñas interactúan en un entorno seguro, que les permite desarrollarse y descubrir el mundo en el que están creciendo. Nos inspiramos en la práctica psicomotriz de Bernard Aucouturier, la cual permite que el desarrollo de su autonomía sea cada vez mayor, respetando siempre los ritmos de aprendizaje de cada niño y niña.
Ofrecemos aprendizajes transversales, adoptando lo mejor de cada metodología y teniendo en cuenta los objetivos pedagógicos homologables. Nos inspiramos en Loris Malaguzzi y Arno Stern en el desarrollo de la expresión artística; en María Montessori para los ambientes preparados y en la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, entre otras.
Nuestro principal objetivo es establecer vínculos seguros, relaciones sanas y conexiones respetuosas con los niños y niñas que acompañamos. Terra es un entorno amable en el que hay coherencia entre los que predicamos y lo que hacemos. Todos los acompañantes actuamos de forma conjunta como agentes socializadores, aportando modelos íntegros que permiten a los niños y las niñas desarrollarse con valores.
Medimos el progreso de los niños y las niñas, ayudándoles a ser conscientes de sus logros. A su vez, hacemos equipo con las familias, quienes participan del proceso educativo. Y todo ello empleando el método científico, documentando el aprendizaje y la evolución en cada etapa escolar para obtener conclusiones que nos permitan seguir mejorando nuestra metodología.
Asistimos y propiciamos infinidad de situaciones en las que los niños y las niñas interactúan en un entorno seguro, que les permite desarrollarse y descubrir el mundo en el que están creciendo. Nos inspiramos en la práctica psicomotriz de Bernard Aucouturier, la cual permite que el desarrollo de su autonomía sea cada vez mayor, respetando siempre los ritmos de aprendizaje de cada niño y niña.
Ofrecemos aprendizajes transversales, adoptando lo mejor de cada metodología y teniendo en cuenta los objetivos pedagógicos homologables. Nos inspiramos en Loris Malaguzzi y Arno Stern en el desarrollo de la expresión artística; en María Montessori para los ambientes preparados y en la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, entre otras.
Nuestro principal objetivo es establecer vínculos seguros, relaciones sanas y conexiones respetuosas con los niños y niñas que acompañamos. Terra es un entorno amable en el que hay coherencia entre los que predicamos y lo que hacemos. Todos los acompañantes actuamos de forma conjunta como agentes socializadores, aportando modelos íntegros que permiten a los niños y las niñas desarrollarse con valores.
Medimos el progreso de los niños y las niñas, ayudándoles a ser conscientes de sus logros. A su vez, hacemos equipo con las familias, quienes participan del proceso educativo. Y todo ello empleando el método científico, documentando el aprendizaje y la evolución en cada etapa escolar para obtener conclusiones que nos permitan seguir mejorando nuestra metodología.
En Terra empezamos acompañando a niños y niñas de 3 a 5 años, lo que hasta ahora se denominaba P3, P4 y P5. Estos comparten momentos del día con grupos de edades mixtas y otros momentos en los que solo están con niños y niñas de su misma edad. A lo largo de toda la trayectoria en Terra los niños y las niñas vivirán diferentes roles en cada uno de los ciclos. De este modo, se produce de forma natural un sistema de apadrinamiento por parte de los niños y niñas más mayores con respecto a los más pequeños. Compartiendo recursos existentes, colaborando con los demás, tomando decisiones, solucionando conflictos y contribuyendo a nivel personal y global para generar un estado de abundancia individual y, por ende, cooperativo.
Aprendemos sobre nosotros/as mismos/as y sobre nuestros cuerpos, aprendiendo a expresarnos antes incluso de comenzar a hablar. Siempre empezamos el día con un “ágora” en la que nos reunimos y hablamos, cantamos y nos explican lo que pasa y lo que vamos a hacer.
Nuestros/as acompañantes nos preparan propuestas que nos dejan con la boca abierta. Nos gusta poder ir cambiando de espacios en los diferentes ambientes, poder salir al aire libre, cuando hace sol y también cuando llueve.
Tenemos diversos espacios con muchos materiales diferentes para jugar y aprender con los sentidos, que poco a poco vamos descubriendo que tenemos y desarrollamos. Antes de comer siempre ordenamos los espacios todos/as juntos/as con los/as acompañantes.
Comemos cada día en nuestro espacio con los/as acompañantes y nos gusta mucho que coman con nosotros/as. Después de comer nos ayudan a lavarnos los dientes y a asearnos y miramos cuentos hasta que nos vamos a descansar. Los más mayores pueden decidir si descansan o van a jugar.
Las tardes son muy relajadas: jugamos, leemos, cantamos, pintamos y nos vienen a buscar. Además, a partir de los 3 años hacemos salidas por el barrio y mini excursiones. También hacemos yoga y ATB (Awareness through the body) y aprendemos a focalizar la atención, a escuchar instrucciones, a movernos libremente de manera y en ritmos diferentes con juegos y lo pasamos súper bien.
Cuidamos nuestro huerto de frutas, verduras y hierbas que huelen muy bien y también cocinamos con lo que sale en el huerto y es muy divertido. Hacemos muchos experimentos, pensamos y hablamos mucho de lo que vamos haciendo y de lo que descubrimos. ¡A veces jugamos con unos robots y aprendemos a programar lo que queremos que hagan con flechitas y lo hacen! Esto lo hacemos sin pantallas, claro. ¡Es súper interesante! Cada día aprendemos más y somos capaces de hacer más cosas solos y nos encanta.
Nos sentimos bien acompañados/as, siempre hay alguien para nosotros/as que nos escucha activamente, está presente y nos hace partícipes de todo lo que va a pasar, lo que vamos a hacer y que prepara los espacios en el que nos desarrollamos.
Nos encanta que se pongan a nuestra altura, nos miren a los ojos para hablar y nos pregunten qué necesitamos y cómo nos pueden ayudar. Nos hablan con cariño y aprendemos mucho todos los días de lo que nos dicen y, sobre todo, cómo nos lo dicen.
Nuestros grupos son íntimos porque tenemos acompañantes suficientes que permiten desarrollarnos en espacios seguros. Además, esta ratio da pie a sentir de forma más activa el placer de ser respetado, sin prisa, con límites y con amor para aprender sin miedo a equivocarnos.
Nuestros/as acompañantes siempre anticipan todo lo que van a hacer, nos avisan antes de lo que va a pasar para que estemos preparados porque saben que solo vivimos en el presente y esto del tiempo no lo entendemos mucho. Nos gusta mucho esto porque nos da seguridad.
Cada mañana nos reunimos en el círculo que llamamos “ágora” y podemos explicar cómo estamos, hablamos de qué vamos a hacer durante el día, nos escuchamos y cantamos. Es nuestra manera favorita de empezar el día, todos/as juntas/os.
Los/as acompañantes nos comprenden, dando mucha importancia a todo aquello que queremos expresar. Incluso nos ayudan a poner palabras a lo que aún nos cuesta poner nombre, como nuestras emociones y sentimientos.
Además, nos encanta pasar los días en Terra porque jugamos en muchos espacios diferentes y entienden que cuando jugamos estamos aprendiendo a ser nosotros/as mismos/as, relacionándonos y expresarnos de la forma más natural.
Desde el primer ciclo nos movemos de forma autónoma por las diferentes instalaciones donde los/as acompañantes preparan los espacios con materiales manipulativos de diferentes áreas de aprendizaje, que nos invitan a probar, experimentar e investigar. A partir de los tres años podemos decidir cada día donde podemos ir a jugar según nuestros intereses. Es increíble que decidamos libremente qué aprender cada día. Esto nos ayuda a estar siempre motivados y con muchas ganas de aprender. Podemos disfrutar de espacios de aprendizaje al exterior como el jardín, el huerto o el arenero donde conectamos con la naturaleza y aprendemos a quererla y cuidarla. Cierto es que si repetimos mucho una misma actividad nuestro acompañante nos motiva a explorar otra diferente, insistiéndonos en la importancia de tener una base mínima de todo.
Durante el día hablamos distintos idiomas. Algunos acompañantes hablan solo castellano y catalán y otros hablan solo inglés. Es divertido tener tantas opciones para comunicarse y aprender sin darnos cuenta de forma natural.
Aplican la metodología del Aprendizaje Integrado de contenidos y Lenguas Extranjeras (AICLE), en inglés Content Language Integrated Learning (CLIL). Hacemos juegos, nos leen cuentos, cantamos para que podamos iniciarnos simultáneamente con las diferentes lenguas.
También aprendemos a comunicarnos por lengua de signos que nos permite formar parte de una sociedad más inclusiva.
Basándonos en la perspectiva Reggio Emilia consideramos el espacio como el tercer pedagogo. Posibilitamos el juego libre para fomentar su desarrollo social y afectivo. Disponemos del “espacio construcción” en el que se desarrollan las habilidades creativas y lógicas; el “espacio experimentación” donde los niños y las niñas pueden explorar, investigar, descubrir, formular y desarrollar hipótesis y el “espacio hogar” el cual mediante la recreación del juego, pueden reproducir e interpretar actitudes y comportamientos que perciben del entorno en el que se están desarrollando. También disponemos de un “espacio templo” en el que se ofrecen propuestas de consciencia corporal y espiritual y un “espacio exterior”, donde se van a desarrollar varias actividades al aire libre como la observación, el cuidado y el respeto por el medioambiente, así como las destrezas motrices.
Tenemos una misión conjunta de acompañar en el desarrollo sano y natural de vuestros hijos e hijas. La clave es tener la misma línea educativa con las familias conjugando el respeto a la infancia y cubriendo de forma plena todas sus necesidades asegurando que se sientan muy queridos.
Nuestro enfoque pedagógico se basa en el juego, que es el medio principal por el que los niños y las niñas se expresan y experimentan su entorno. Sobran evidencias científicas que lo corroboran y, además, se considera un derecho infantil, ya que esta etapa no puede concebirse sin él.
Hemos diseñado espacios versátiles, amplios y luminosos, que permiten el desarrollo del movimiento y que estimulan y hablan por sí mismos, potenciando un aprendizaje natural, tanto autónomo, como cooperativo. Nuestros espacios inspiran y somos sinónimo de innovación consciente.
Velamos por los derechos de la infancia desde una mirada atenta y una escucha activa. No existe un ser igual que otro, cada uno debe ser respetado, considerado y valorado según su naturaleza y autenticidad. Por ello, nos comprometemos con el valor de la diversidad, personalizando la educación.
En este curso online gratuito el fundador de Terra, Borja Vilaseca, comparte 7 claves para que las familias se conviertan en el cambio que quieren ver en sus hijos e hijas.
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