La escuela consciente Terra abre su primera sede en Valldoreix en septiembre de 2024

Un nuevo concepto de educación desembarca en Barcelona. Se trata de la escuela consciente Terra, fundada por el emprendedor Borja Vilaseca. El próximo mes de septiembre abre sus puertas para los cursos de I3, I4 e I5. Es decir, para niños y niñas de entre 3 y 5 años. A lo largo de los próximos años abrirá el resto de cursos de primaria, secundaria y bachillerato. La escuela está ubicada en un terreno de 1.800m2 en la avenida de Mossèn Jacint Verdaguer, 60, en el centro de Valldoreix (Barcelona). Y cuenta con la homologación del Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya, garantizando así que sus estudios dispongan de reconocimiento oficial.

“Terra es la culminación de un esfuerzo colectivo por transformar a los educadores y, por ende, la educación”, explica Vilaseca. “Nuestro equipo está compuesto por pedagogos con una amplia experiencia, profesores de magisterio apasionados, padres y madres conscientes, experimentados gestores de escuelas innovadoras e inversores comprometidos a medio y largo plazo”. Juntos llevan desde 2016 desarrollando su propia pedagogía: basada en las 11 dimensiones de la educación consciente, que integra y amplía el currículum actual, posibilitando que los niños y las niñas se desarrollen plenamente en todas las áreas de la vida.

“Las primeras tres dimensiones (espiritual, corporal y emocional) son hacia adentro; ponen su atención en el autoconocimiento del alumno, de manera que aprenda a cuidar su cuerpo, cultivar su mente y conectar con su espíritu”, explica Vilaseca. “Las otras ocho dimensiones (social, comunicativa, artística, científica, emprendedora, financiera, tecnológica y ecológica) son hacia afuera; ponen su atención en su capacidad de relacionarse con los demás, la sociedad, el nuevo mercado laboral, el planeta y, en definitiva, con la existencia”, apunta el fundador de Terra.

Por su parte, la directora de la escuela Terra, Emma Henríquez ostiene que “la educación consciente respeta y promueve la singularidad de cada niño y niña, fomentando un desarrollo integral que les permita descubrir quiénes verdaderamente son y cuál es su auténtico propósito”. Y añade: “No solo les prepara para la vida, sino que les ofrece herramientas para adaptarse y prosperar al nuevo mercado laboral. Nuestro compromiso pedagógico es que cuando terminen su proceso escolar nuestros alumnos estén muy bien preparados -tanto emocional como intelectualmente- para afrontar los retos y desafíos del siglo XXI”.

Entre otros valores diferenciales de esta escuela, Henríquez destaca los siguientes:

1)Profesores transformados. En Terra los profesores se llaman “acompañantes”. Esencialmente porque su función educativa es acompañar a los niños para que crezcan y florezcan de forma natural a su ritmo. Todos los docentes de esta escuela son personas conscientes que aman profundamente lo que hacen y auténticas expertas en educación consciente. De hecho, todos ellos han pasado por un proceso de autoconocimiento y transformación personal para poder así ejercer su rol con verdadera consciencia. Entre otras formaciones, todos ellos habrán de cursar el Máster en Desarrollo Personal y Liderazgo, así como el Máster en Pedagogía Terra, ambos de la comunidad educativa Kuestiona.

2) Enseñanza trilingüe. Los alumnos interactúan con tres adultos de referencia, cada uno de los cuales es nativo en uno de los tres idiomas, lengua castellana, catalana o inglesa, dando igual importancia a cada uno de estos tres idiomas en el día a día.   Eso sí, el 50% de ellos son nativos de habla inglesa.

3)Grupos de edades mixtas.  

4)Ratios de alumnos reducidas. Cada grupo de 20 cuenta con 2 acompañantes de referencia y dos auxiliares por cada tres grupos, lo que garantiza la atención personalizada. El objetivo es poder ofrecer una educación de verdadera calidad.

5)Metodologías activas. La metodología de Terra está inspirada en el legado de grandes pedagogos innovadores como Maria Montessori, Bernard Aucouturier, Loris Malaguzzi, Arno Stern, Howard Gardner, Herbert Hagstedt, Dylan William y Reggio Emilia, entre otros. Esta escuela emplea un enfoque integral y transversal que desarrolla tanto el hemisferio izquierdo como el derecho, fomentando el cultivo del cuerpo, la mente y el espíritu. Y todo ello basándose en metodologías activas que combinan diferentes estrategias de acompañamiento, situando a niños, niñas y jóvenes en el centro de su propio aprendizaje. Este proceso se lleva a cabo de un modo colaborativo, generando experiencias de aprendizaje ricas y aplicadas a la vida real. De este modo, fomentan niveles de autonomía correspondientes a las posibilidades de cada alumno.

6)Evaluaciones formativas. La escuela Terra se centra en el proceso educativo y no solo en el resultado. De hecho, mide el progreso de cada niño y niña de forma cualitativa a través de diferentes herramientas como son autoevaluación (a sí mismos), coevaluación (entre iguales) y heteroevaluación (desde los acompañantes y familias). A su vez, la práctica pedagógica llevada a cabo por los docentes también está sujeta a evaluación. Es, por tanto, una evaluación 360º. Por medio de esta observación consciente los acompañantes van detectando la motivación intrínseca de cada alumno, así como sus fortalezas y cualidades innatas relacionadas con cada ámbito de la vida. El objetivo es que cada niño crezca y evolucione hasta convertirse en la mejor versión de sí mismo.

7)Gobernanza dinámica. Otra novedad de esta comunidad educativa es que emplean la gobernanza dinámica, mediante la cual todos los actores implicados tienen voz y son escuchados a la hora de decidir sobre cómo mejorar el día a día de la escuela, incluyendo los propios niños y niñas. De este modo se cultiva una mentalidad participativa, colaborativa y democrática.

8)Becas para alumnos. Terra es una escuela privada, y por tanto goza de libertad de cátedra. Puesto que el equipo está comprometido con que sea una escuela para todos, en 2021 crearon la Fundación Utópika con el objetivo de recibir donaciones con las que poder becar a alumnos. De hecho, en 2024 han conseguido finalmente una importante donación por parte de un mecenas, gracias a la cual van a poder becar a decenas de alumnos.

9)Arquitectura sostenible. La arquitectura de la escuela Terra es totalmente innovadora y está liderada por el arquitecto Toni Gironés, experto en diseño de espacios sostenibles plenamente integrados con el ecosistema natural en el que son creados. “La escuela se ha concebido como un nido que extiende su actividad e interacciona con el medio que le rodea”, explica Gironés. “Hemos interpretado los árboles y la vegetación como parte de su hábitat natural. Asimismo, los diferentes ciclos educativos se desarrollan desde las raíces y ascienden por las diferentes plantas del edificio en paralelo al crecimiento de los árboles. Es a través de dinámicas como ésta, que proponemos una manera de habitar consciente y coherente con el medio ambiente del que formamos parte”, concluye.

“Nuestro objetivo no es crear escuelas, sino transformar la educación”, afirma el director general de Terra, Juan de Olano. “A lo largo de los próximos años queremos franquiciar nuestra pedagogía, creando una red internacional e interconectada de escuelas Terra”, añade. Esta es la razón por la que además de crear la primera sede en Valldoreix, el equipo ya está en conversaciones para abrir otros centros en diferentes ciudades del mundo.

También quieren licenciar su software pedagógico a colegios industriales privados, concertados y públicos, de manera que estos inicien su necesario  proceso de cambio y transformación, adoptando los pilares de la educación consciente con sus respectivas marcas. Y evidentemente, seguir (trans)formando a padres, madres y educadores por medio de las formaciones desarrolladas por la comunidad de autoconocimiento Kuestiona. Y es que como dijo Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”.

Terra y Kuestiona son los dos primeros proyectos impulsados por el hub de educación consciente Utópika Labs y que recientemente ha cerrado su primera ronda de inversión, levantando 1,6 millones de euros. Se trata de la culminación de los 18 años de trayectoria emprendedora de Borja Vilaseca, así como de su equipo directivo compuesto por otros emprendedores de impacto social. Entre sus inversores, destaca el fundador de la marca Desigual, Thomas Meyer. “Después de muchos años de apasionado trabajo, nos hemos ganado la confianza de inversores y fondos de prestigio, con los que esperamos poder hacer realidad nuestra visión de transformar el sistema educativo”, concluye Vilaseca.

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