En la escuela consciente Terra concebimos la educación como el proceso natural que posibilita el desarrollo orgánico de la inteligencia, la felicidad y la creatividad innatas de cada niño. Con la intención de liberar todo el potencial que reside en cada semilla humana, nuestra metodología está compuesta de once pilares, los cuales tienen en cuenta todas las dimensiones del ser humano, así como de los principales ámbitos en los que se desarrolla su existencia. Se trata de once tipos de educación que consideramos fundamentales para que los alumnos aprendan a cocrear una vida plena y con sentido.
Las primeras tres dimensiones (espiritual, corporal y emocional) son hacia adentro; ponen su atención en el autoconocimiento del alumno, de manera que aprenda a cuidar su cuerpo, cultivar su mente y conectar con su espíritu. Las otras ocho dimensiones (social, comunicativa, artística, científica, emprendedora, financiera, tecnológica y ecológica) son hacia afuera; ponen su atención en su capacidad de relacionarse con los demás, la sociedad, el planeta y, en definitiva, con la existencia.
1. Dimensión espiritual. El desarrollo de la dimensión espiritual laica inspira a que el alumno reconecte con su verdadera esencia, aprenda a ser feliz por sí mismo, goce de libertad de pensamiento y descubra su auténtico propósito de vida, de manera que sepa disfrutar de una vida trascendente y significativa.
2. Dimensión corporal. El desarrollo de la dimensión corporal posibilita que el alumno aprenda a escuchar y atender las necesidades de su cuerpo (alimentación, ejercicio físico, descanso y sexualidad), de manera que goce de un estado óptimo de salud, energía y vitalidad, sabiendo cómo intimar y conectar con otros seres humanos.
3. Dimensión emocional. El desarrollo de la dimensión emocional fomenta que el alumno conozca, gestione y regule sus propias emociones, sentimientos y estados de ánimo, aprendiendo a mantener un dialogo interno respetuoso y amoroso, así como a relacionarse con sus circunstancias externas de forma sabia y pacífica.
4. Dimensión social. El desarrollo de la dimensión social promueve que el alumno cuente con un espíritu altruista, colaborativo, cívico y cooperativo, de manera que sepa cómo relacionarse con su entorno familiar y social por medio de valores y principios éticos y al servicio del bien común.
5. Dimensión comunicativa. El desarrollo de la dimensión comunicativa posibilita que el alumno exprese sus ideas en diferentes idiomas y por medio de distintos canales (oral, escrito, visual…), desarrollando su marca personal de forma íntegra y auténtica, de manera que sepa relacionarse con autenticidad, empatía y asertividad.
6. Dimensión artística. El desarrollo de la dimensión artística permite que el alumno explore y practique diferentes artes, de manera que desarrolle su imaginación, creatividad y autoestima –aprendiendo a creer en sí mismo–, descubriendo sus intereses, dones, pasiones, habilidades, capacidades y talentos innatos.
7. Dimensión científica. El desarrollo de la dimensión científica fomenta en el alumno la curiosidad, la investigación, la experimentación y el análisis, de manera que pueda plantearse a sí mismo preguntas (o hipótesis) y se comprometa con responderlas basándose en sus propias conclusiones empíricas.
8. Dimensión emprendedora. El desarrollo de la dimensión emprendedora fomenta que el alumno sepa relacionarse con el mercado laboral de forma responsable y proactiva, teniendo la valentía y la iniciativa necesarias para liderar un proyecto profesional útil, que aporte mucho valor y que contribuya a mejorar el mundo.
9. Dimensión financiera. El desarrollo de la dimensión financiera facilita que el alumno sepa gestionar e invertir el dinero con consciencia e integridad, obteniendo ingresos económicos como resultado de generar riqueza para la sociedad sin necesidad de intermediarios, pudiendo así conquistar su libertad financiera.
10. Dimensión tecnológica. El desarrollo de la dimensión tecnológica posibilita que el alumno sepa adaptarse y prosperar en la emergente era digital (redes sociales, móviles inteligentes, realidad virtual, robótica, inteligencia artificial, blockchain…), empleando con madurez las diferentes herramientas tecnológicas disponibles.
11. Dimensión ecológica. El desarrollo de la dimensión ecológica fomenta en el alumno el amor y el respeto por la naturaleza –y por todos los seres vivos que forman parte de ella– mediante la observación y el cuidado directo del medio natural, de manera que su existencia deje la menor huella ecológica posible.
Como resultado de haber cultivado las 11 dimensiones de la educación consciente, a los 18 años todos nuestros alumnos cuentan con una “actitud consciente”. Es decir, una determinada mentalidad frente a la vida que les permita resolver por sí mismos sus propios problemas y conflictos existenciales relacionados con estas once áreas de su existencia. Cabe señalar que esta metodología pedagógica ha sido codiseñada por los niños, a quienes simplemente les hemos preguntado cómo les gustaría que fuera su día a día en la escuela.
