Terra, un equipo pedagógico multidisciplinar
Somos un equipo multidisciplinar de profesionales especializados en una gran variedad de áreas relacionadas con la pedagogía, el desarrollo y el bienestar humano. Y esencialmente tenemos tres cosas en común: en primer lugar, estamos completamente motivados y apasionados con poder formar parte de este maravilloso proyecto. En segundo lugar, nuestro propósito de vida es transformar la educación. De ahí que nuestro compromiso sea muy a largo plazo. Y en tercer lugar, creemos que los niños, las niñas y los adolescentes han de ser los auténticos protagonistas de su proceso de desarrollo. Esta es la razón por la que acompañamos con una genuina vocación de servicio para que tengan la mejor infancia y adolescencia posibles.
El equipo de Terra
Las 10 características de los educadores conscientes
El principal valor añadido de nuestra escuela es la calidad humana de los adultos que acompañan a los niños, las niñas y los adolescentes.
En Terra a los profesores y maestros los llamamos “acompañantes”. Esencialmente porque su función no consiste solamente en enseñar conocimientos, sino sobre todo en acompañar a los niños y las niñas en su proceso de aprendizaje, crecimiento y evolución. Todos ellos se han (trans)formado con nosotros y comulgan al 100% con el siguiente decálogo:
1
Se conocen a sí mismos.
2
Transmiten alegría y positividad.
3
Su propósito de vida es educar.
4
Son expertos en educación consciente.
5
Su principal cualidad es la empatía.
6
Saben poner límites con amor y asertividad.
7
Se cuestionan y fomentan la libertad de pensamiento.
8
Viven su profesión con entusiasmo.
9
Mantienen viva la llama de la creatividad.
10
Son curiosos y siempre están aprendiendo.
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Actualmente no hay candidaturas abiertas pero Terra es un proyecto en crecimiento.
Publicaremos las vacantes aquí en cuanto necesitemos ampliar el equipo.
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Borja Vilaseca
Fundador de la escuela Terra
Carta del fundador
Nunca le vi sentido al sistema educativo industrial. Desde muy pequeñito me convertí en el payaso, el gamberro y el rebelde de la clase. Me aburría profundamente y me costaba mucho permanecer quieto y en silencio. En otro momento seguramente me hubieran diagnosticado el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Hoy en día, me siento totalmente motivado y comprometido con culminar la gran gamberrada: revolucionar el sistema educativo, creando junto con un equipo extraordinario la escuela a la que me hubiera encantado ir.
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