Terra es la que escuela a la que nos hubiera encantado ir a todos los adultos que formamos parte de este maravilloso proyecto. A su vez, hemos preguntado a cientos de niños y jóvenes cómo creen que deberían de ser los colegios para crecer y desarrollarse de forma verdaderamente feliz. Y a modo de resumen entre todos hemos elaborado este decálogo de la educación consciente, el cual viene a ser nuestro manifiesto, sintetizando la esencia de nuestra metodología pedagógica.
1. Los niños son semillas. Cada uno de ellos nace con una inteligencia única y una esencia diferente. Nuestra función es crear las condiciones adecuadas para que crezcan y florezcan de forma orgánica.
2. Los profesores somos jardineros. Acompañamos a los niños de forma amorosa y respetuosa para que descubran qué es lo que verdaderamente les motiva y para que desarrollen todo su potencial innato.
3. La escuela es tierra fértil. La arquitectura de los espacios y los ambientes donde los niños realizan sus procesos de aprendizaje son armónicos, flexibles e inspiradores. Son “el tercer educador”.
4. El amor es el mejor abono. Acompañamos de forma amorosa a los niños para que aprendan a gozar de una sana autoestima, se amen incondicionalmente a sí mismos y sepan amar y respetar a los demás.
5. La felicidad es el fruto. Nuestra finalidad es que los niños aprendan a ser felices por sí mismos, descubran cuál es su auténtico propósito y sepan afrontar los desafíos de la vida con consciencia y sabiduría.
6. La educación es plural, mixta y personalizada. Juntamos a niños de distintas edades para que se apoyen unos a otros, adaptándonos a las necesidades particulares de cada uno de ellos durante su proceso evolutivo.
7. El aprendizaje nace de la curiosidad. No imponemos deberes. Más bien estimulamos quereres. Los proyectos que los niños emprenden son por iniciativa propia, motivados por su curiosidad y deseo de aprender.
8. Se aprende haciendo y experimentando. Fomentamos todo tipo de actividades relacionadas con el cuerpo, la mente y el espíritu para que los niños sepan quiénes son y qué quieren hacer con su vida de forma intuitiva y vivencial.
9. El esfuerzo surge de la motivación. Acompañamos a los niños para que descubran qué es lo que verdaderamente les gusta (pasión), se les da bien (talento) y les motiva (propósito). Todo lo demás viene por añadidura.
10. Las evaluaciones son 360º y siempre amables. No empleamos exámenes ni notas tradicionales, sino métodos de evaluación cualitativos y sensatos para medir el crecimiento cada niño, quién a su vez evalúa a sus acompañantes.